Catedral de Tarazona

Tarazona, Zaragoza, Aragón.

Datación de la obra: Siglo XII.

Solicitante: Fernando Aguerri.

Motivo del galardón:

En atención al detallado y progresivo Plan Director, así como al excelente ejemplo de cooperación institucional entre Obispado de Tarazona, Gobierno de Aragón e “Instituto del Patrimonio Histórico Español”.

No sólo se ha logrado salvar este edificio monumental sino que los trabajos arqueológicos han arrojado también grandes hallazgos, consistentes en una necrópolis tardoromana, un edificio público de época bajo imperial con mosaicos polícromos, y los precedentes cristianos de la propia catedral.

La Catedral de Tarazona, comenzada en el siglo XII en estilo gótico francés, fue consagrada en 1232. En su arquitectura se funden los elementos góticos y mudéjares. Llama poderosamente el hecho de que estuviera situada extramuros, algo muy infrecuente, lo que quizás se pueda atribuir al hecho de que, en ese lugar, hubo previamente una antigua iglesia mozárabe.

El paso de los siglos pasó factura al edificio hasta que en los años ochenta del siglo XX fue parcialmente clausurado. En 1992 se cierran definitivamente sus puertas debido a una situación de deterioro completa, que se manifestaba en las zanjas del pavimento, bienes muebles dañados, puntales para sostener los muros, goteras, un proyecto de musealización abortado y sillería del Coro desmontada. Se procedió en 1996 a la convocatoria de un concurso para el Plan Director que ordenara las actuaciones necesarias. Entre ese mismo año y 2011 se efectúan los complejos y laboriosos trabajos de restauración, durante los cuales la catedral fue declarada Bien de Interés Cultural.

Los estudios preliminares permitieron conocer las patologías en la estructura, que habían derivado en enfermedades crónicas de la piedra. Para acometer las obras necesarias se requirió una fuerte inversión económica, destinada a la sofisticada y moderna instrumentación que permitiera el control de los movimientos de las fábricas y el seguimiento del efecto de la terapia empleada. La existencia de un gran andamiaje, tanto en el interior como en el exterior, permitió el estudio de los muros aportando gran cantidad de información sobre la construcción. Por este motivo, la seo de Tarazona es uno de los mejores ejemplos en el panorama internacional en lo que se refiere al conocimiento de una fábrica de estas características.

En muros y bóvedas se efectuaron catas que permitieron descubrir valiosos restos decorativos, como el conjunto pictórico renacentista de la cabecera del templo y del tambor del cimborrio, y las pintura góticas de la girola y del altar mayor. Asimismo, revelaron la existencia del revestimiento cromático original: líneas rojas sobre fondo blanco que simulan un falso despiece de sillares. Los trabajos en el subsuelo fueron fundamentales, pues el agua había debilitado los cimientos, y cualquier intervención podía dañar el pavimento original. Los trabajos arqueológicos han arrojado también grandes hallazgos, consistentes en una necrópolis tardoromana, un edificio público de época bajo imperial con mosaicos policromos, y los precedentes cristianos de la propia catedral. Por último se procedió a trabajar sobre las fallidas restauraciones anteriores al Plan Director, entre las que destacan la sillería del coro, la decoración y ventanales platerescos, y la recuperación de las vidrieras de alabastro policromo del S. XVI.

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