Restauración zona monumental del palacio de la Aljafería

Zaragoza, Zaragoza, Aragón.

Datación de la obra: Siglos XI.

Solicitante: Dirección General del Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

Motivo del galardón:

Por el certero y complejo trabajo de reconstrucción y por la inteligente y cuidada atención prestada a los diferentes periodos de construcción presentes en el edificio.

En 2001 el Palacio de la Aljafería fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco al ser considerado uno de los principales ejemplos del arte mudéjar aragonés.

El palacio de la Aljafería fue construido por el rey Abu Yafar poco después de la disgregación del Califato de Córdoba. En su momento fue uno de los mejores ejemplos de arquitectura áulica musulmana de Occidente. A partir de la conquista cristiana de la ciudad, el palacio experimentó todo tipo de transformaciones y usos, llegando a ser residencia real durante la Edad Media, sede y cárcel de la Inquisición, palacio de los Reyes Católicos y cuartel militar. El paso del tiempo desfiguró notablemente su riqueza artística, y las primeras restauraciones comenzaron en 1947 con el entonces comisario General del Patrimonio Histórico-Artístico, Francisco Íñiguez, al frente de los trabajos. Se impulsó también la creación de un patronato al que el ejército, propietario en aquel momento, transfirió la parte monumental del edificio. En 1983 las Cortes Aragonesas decidieron trasladar su sede al antiguo palacio taifa.

En 1994, tras realizar la ampliación de sus instalaciones y la cesión por parte del Ayuntamiento de todo el Palacio, se acomete la restauración de la zona histórica. Se ha recuperado así la esencia multicultural de la Aljafería, donde convive la mejor arquitectura islámica, visible en los característicos arcos polilobulados y mixtilíneos del Patio de Santa Isabel, con la mudéjar del palacio de Pedro IV y la renacentista del palacio de los Reyes Católicos.

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